El rompecabezas aún no está completo y el paisaje aún está obscuro y algo borroso. A lo lejos se mira el reflejo del sol,  la vegetación,  aves, y un edificio que se va formando.  Las piezas se parecen todas en tamaño y en forma,  pero son diferentes.  Ahora la meta es lograr armar ese hermoso y grande paisaje pero  que hasta el momento es solamente una sombra de lo que ha de ser.  

  Las piezas del rompecabezas no parecen encajar en ningún momento.  Y  cuando se cree encontrar el lugar perfecto de una pieza, no lo es. Por momentos parece que nada tiene sentido, y  después de mucho trabajo, y esfuerzo todo se vuelve confuso y  patético. Luego después de un gran avance se logran pequeños grupos que encajan entre sí pero que aún no se pueden unir al gran paisaje.

  El rompecabezas sigue incompleto, pero es necesario recordar que cada una de las piezas tiene un lugar especial y perfecto conforme se va armando ese hermoso paisaje.  Con paciencia se  debe seguir trabajando para saber que piezas se unen entre sí.  En el rompecabezas todas las piezas son importantes, si falta una,  el rompecabezas seguirá incompleto. De igual forma la pieza sola no hace al paisaje en su totalidad.   

  No importa cuán despacio alguien va, lo importante es no detenerse. Se debe seguir la armonía de los colores, que  guían al igual que una canción. De pronto el panorama se está viendo más claro, las piezas van encajando y la confusión comienza a desaparecer.  Las piezas van  armonizando en sus colores y con otros colores y juntos van formando una vista espectacular en ese lindo paisaje. Por ejemplo: los colores del campo, los arboles y las flores. El cielo y el mar, la gente que camina, los grandes edificios, y aves diferentes. Y así todo encuentra un lugar en el paisaje, un propósito y a la vez un significado.

  Al final del proyecto alguien ha de darse cuenta que el viaje también era parte del paisaje. Que la fe y la perseverancia valieron la pena, y se reirá y disfrutara de lo que hizo.  Disfrutara de la obra y se olvidaras de todo lo difícil, lo amargo,  lo complicado  y lo que parecía imposible.  Vera con claridad el paisaje,  y el paisaje será muy lindo porque será su vida. ¡Ahora el paisaje brilla, las personas ríen y todo tiene color! 

  De igual forma, tú que estás leyendo esta reflexión, pide a Dios que te guie a seguir la verdad con amor hacia El.  Como dice: “sino que siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: Cristo. De parte de El todo el cuerpo, bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyunturas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros, para ir edificándose en amor” (Efesios 4:15).